¿Qué es la Preeclampsia y cómo prevenirla?
La preeclampsia es una condición rara y grave que hay que tener en cuenta durante el embarazo, especialmente si tenés uno de los factores de riesgo conocidos. Si te preguntás qué tan común es esta condición, podría ser útil saber que solo afecta a entre el 2 y el 8% de los embarazos.
Si recientemente te han diagnosticado preeclampsia, puede ser que te sientas en un gran shock, pero podés ayudarte a sentir más control de la situación simplemente aprendiendo más sobre ella.
La preeclampsia es un trastorno de la presión arterial que generalmente ocurre después de la semana 20 de embarazo en mujeres cuya presión arterial había sido normal, en el segundo o tercer trimestre. Una condición similar llamada preeclampsia posparto puede ocurrir después del parto.
La presión arterial alta de la preeclampsia puede aparecer rápidamente o puede aumentar lentamente. La gravedad también puede variar de leve a severa:
Preeclampsia leve. Incluso un ligero aumento en la presión arterial puede ser un signo de preeclampsia; sin embargo, como los síntomas no son severos, es posible que ni siquiera los notes. Este tipo requiere una cuidadosa vigilancia médica y el trabajo de parto puede ser inducido una vez que el embarazo haya llegado a término.
Preeclampsia severa. Si la presión arterial es muy alta, probablemente notarás síntomas severos (los describimos a continuación). La preeclampsia grave puede llegar a requerir hospitalización. Los médicos tratarán los síntomas, pero en algunos casos, el trabajo de parto podría ser inducido.
Tu médico controlará la preeclampsia regularmente en las visitas prenatales y la tratará adecuadamente. La mayoría de las mujeres embarazadas con preeclampsia tienen bebés sanos.
Eclampsia: es fácil confundir la preeclampsia con la eclampsia. La eclampsia es una afección más grave que consiste en convulsiones que están relacionadas con la presión arterial alta o también llamada hipertensión gestacional. Por lo general, requiere de parto inmediato, independientemente de qué tan avanzado esté el embarazo.
Preeclampsia posparto: esta se produce después del parto y es posible que suceda incluso si no hubo signos ni síntomas de preeclampsia durante el embarazo. Los síntomas pueden aparecer dentro de las 48 horas después del parto o hasta 6 semanas después. Estos síntomas generalmente son los mismos que los de la preeclampsia; sin embargo, dar a luz es la cura para esta afección, pero su tratamiento generalmente es un medicamento para reducir la presión arterial y prevenir las convulsiones.
¿Qué causa la preeclampsia?
Aunque no siempre está claro qué la causa, existen algunos factores de riesgo conocidos, estos son:
Primer embarazo
No es el primer embarazo, pero el padre es diferente al del primer embarazo
Han pasado menos de 2 años o más de 10 años entre embarazos
La embarazada tuvo preeclampsia en un embarazo anterior
Existen antecedentes familiares que la padecieron
Antecedentes de presión arterial alta o enfermedad renal
Tener más de 40 años aumenta el riesgo
Embarazos múltiples
Tener diabetes, un trastorno de la coagulación de la sangre, lupus o migrañas
La madre es obesa
Embarazo como resultado de la fecundación in vitro (FIV)
¿Cómo prevenirla?
No siempre es posible evitar la preeclampsia, pero si tenés uno de los factores de riesgo conocidos, podés tomar algunas precauciones.
Identificá y comunicá cualquier factor de riesgo, preferiblemente antes de quedar embarazada. Por ejemplo, controlá la presión arterial alta; perdé peso si es necesario y si tenés diabetes, asegurate de que la enfermedad esté bien controlada antes de quedar embarazada. Tus médicos pueden aconsejarte sobre los mejores pasos a seguir si ya has quedado embarazada y tenés uno de estos factores de riesgo.
Algunos médicos pueden recomendar tomar una dosis baja de aspirina durante todo el embarazo si estás en alto riesgo.
Signos y síntomas
Dolor de cabeza persistente
Visión borrosa, ver manchas u otros cambios en la visión
Dolor en la parte superior del abdomen o el hombro
Náuseas y vómitos (en la segunda mitad del embarazo)
Aumento repentino de peso
Hinchazón repentina en cara y manos
Dificultad para respirar
Disminución de la producción de orina
Algunos de estos síntomas (como hinchazón, náuseas y dolores de cabeza) también son síntomas normales del embarazo, por lo que puede ser difícil saber cuando algo está mal. Ve directamente al médico o visitá la sala de emergencias si notás signos posibles de preeclampsia como dolores de cabeza intensos, visión severamente borrosa, dolor intenso en el abdomen o mucha dificultad para respirar.
¿Cómo diagnostican los médicos la preeclampsia?
Las pruebas médicas de preeclampsia por lo general implican revisar la presión arterial durante las visitas prenatales. La presión arterial de 140/90 milímetros de mercurio (mm hg) o más en dos ocasiones con al menos cuatro horas de diferencia es anormal. Asegurate de informar a tu médico si has notado signos de preeclampsia, ya que esto ayudará a hacer un diagnóstico. Tu médico puede realizar más pruebas como:
Análisis de sangre para observar la función hepática, la función renal y el nivel de plaquetas sanguíneas
Análisis de orina para verificar la cantidad de proteína en la orina
Ecografía fetal para monitorear el crecimiento del bebé, monitorear el peso y verificar la cantidad de líquido amniótico
Prueba sin estrés para verificar cómo reacciona el ritmo cardíaco del bebé cuando se mueve
Perfil biofísico para medir la respiración, el tono muscular y el movimiento del bebé
Complicaciones asociadas con la preeclampsia
Las complicaciones o algunas consecuencias de la preeclampsia pueden incluir:
A corto plazo: síndrome HELLP (un trastorno hepático raro, pero potencialmente mortal), eclampsia (una forma más grave de preeclampsia que involucra convulsiones) y desprendimiento placentario (cuando la placenta se desprende de la pared del útero y causa un sangrado abundante).
A largo plazo: mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, enfermedad renal, ataque cardíaco, apoplejía, lesión cerebral y presión arterial alta más adelante en la vida. Una mayor probabilidad de preeclampsia en el próximo embarazo.
La preeclampsia también puede ser causa de bajo peso neonatal. Inducir el trabajo de parto antes de que el embarazo esté a término es una solución para la preeclampsia grave, pero los riesgos potenciales para la salud del bebé dependen de qué tan prematuro sea el nacimiento. Aunque la preeclampsia es una enfermedad grave que puede ser mortal si no se trata, tu médico podrá orientarte sobre la mejor opción de tratamiento.
Algunas mujeres se preguntan si la preeclampsia podría complicar el parto, pero en realidad, un parto vaginal puede ser más seguro que una cesárea en algunos casos. Tu médico podrá aconsejarte sobre las opciones para tu situación específica.
Opciones de tratamiento de preeclampsia
Dar a luz es la única cura para la preeclampsia. Sin embargo, un parto prematuro puede ser peligroso para el bebé, en cuyo caso tu médico considerará las mejores opciones de tratamiento para vos, dependiendo de si tenés preeclampsia leve o grave y qué tan avanzado está tu embarazo.
Preeclampsia leve. Es posible que te dejen hospitalizada o que te den un tratamiento ambulatorio y debas monitorear los movimientos de tu bebé. Se requerirán controles prenatales más frecuentes. Tu médico puede recomendar que el trabajo de parto sea inducido en la semana 37
Preeclampsia severa. Generalmente se trata en el hospital. Si tu preeclampsia empeora, el parto puede ser inducido a las 34 semanas o un poco más tarde. Se te pueden administrar medicamentos para ayudar a reducir la presión arterial y prevenir las convulsiones. También puede que te administren corticosteroides para ayudar a mejorar la función hepática y la producción de plaquetas, así como para ayudar a que los pulmones de tu bebé maduren más rápido.
La preeclampsia es una enfermedad rara y tratable que los médicos podrán controlar. Tené en cuenta que la mayoría de las mujeres con preeclampsia tienen bebés sanos y que es uno de los riesgos que hay que tomar en cuenta y vigilar durante el embarazo.
En resumen
La preeclampsia es un trastorno de la presión arterial que generalmente ocurre después de la semana 20 de embarazo en mujeres cuya presión arterial había sido normal, en el segundo o tercer trimestre. Una condición similar llamada preeclampsia posparto podé ocurrir después del parto.
La presión arterial alta de la preeclampsia puede aparecer rápidamente o puede aumentar lentamente. Recordá que tu médico controlará la preeclampsia regularmente en las visitas prenatales y la tratará adecuadamente. Y tomá en cuenta que la mayoría de las mujeres embarazadas con preeclampsia tienen bebés sanos.
Fuentes
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